Cerré los ojos


Cerrar los ojos, sentir tu presencia cerca mío, en tu respiración, explotar, desintegrarme, unirme con tus partículas, formar una sola, única, secreta, brillante, y luego rendirme a los pies de la noche. La Luna es mágica por donde la mires. Las estrellas cómplices. Y tú, un reflejo de ellas. 

Fracción


Fue tan eterna la puesta de sol,
que perdí minutos enteros tratando de despertar.
Fue ese lánguido latir que llama por vida
el que me mantuvo en éxtasis fracciones de segundo.
Fue esa hora crucial
en que me encomendé a mil santos,
la que me mantuvo volando al anochecer.
Fue esa imparcialidad,
esa sonrisa,
tu cara,
tus manos,
el dulce tacto que sació mi sed.
Fue esa puesta de sol,
que pareció tan eterna,
la que me dijo que podía
seguir soñando tranquilo.

Qué si...


Si te veo en cada flor de mi jardín,
en cada fruta de mi cocina,
en cada grano de arroz de mi plato,
en cada hebra de cabello suelta,
en las gotas del rocío matutino,
en las moléculas del aire nocturno,
en mi sangre derramada,
en cada rueda de los autos que pasan,
en cada nota musical que eleva el viento,
en esa vieja tonada nuestra,
en cada una de nuestras nuevas costumbres.
Qué si te veo en cada reflejo del sol,
en el frío titilar de la Luna,
en el suave ronroneo de la tetera.
Qué si pienso en ti y cuento segundos,
cuento horas, días, años.
Qué si te veo en cada hoja de mi árbol roído.
Qué si pienso en ti cuando respiro,
cuando me relajo,
cuando siento perder mis fuerzas para sonreír.
Qué si no lo manejo y me muero.
Qué si no lo manejo y pierdo el control
y termino perdiendo.