Verde

Verte a lo lejos en el verde reflejo de tus ojos
en esas viejas fotos nuestras
ubicadas sobre el estante encima de mi cama,
siempre triste, soñadora, con tu locura dominante,
con tus delirios y tus grandes miedos,
siempre ahí y distante,
siempre absorta, siempre en mí,
en pequeños vuelos del aire,
en pequeños redobles de nuestra piel desgastada,
en los eternos vuelcos de nuestros sueños,
en mi risa,
en tu llanto,
en mi llamada,
en tu rechazo.
Siempre ahí, en el verde relejo de tus ojos.
Como siempre: en esa vieja foto sobre mi cama.

(!)

No basta con tus sutilezas ni cambios de adjetivos, menos con un cambio de rostro o un giro del viento. A veces, simplemente no basta. Y por desgracia, nunca vuelve a ser lo mismo.