A veces te extraño, cuando te amo.
Y no te quiero, cuando me dejas solo,
cuando me dejas con tu olor clavado
[en mi cama,
Y con tus susurros zumbando entre mis paredes.
Te extraño cuando te amo
y me dejas solo,
pidiendo más de tu dulce miel,
pidiendo más de tus dulces quejidos,
de tus salados besos,
de tus ingenuas miradas,
cuando no me tienes nada más que decir
que un sincero roce de labios.
Y te amo cuando te extraño
y te dejo de querer cuando no me quieres,
el justo trato que se cierra en mis manos,
en las tuyas,
entre las nuestras,
que cuando ya no me quieras,
te despojaré de tu corona,
de tu reino entero,
de estos hermosos prados
creados en tu nombre.
Porque de verdad te amo,
pero cuando no me quieres,
y me dejas solo,
me hace pensar en que todo
lo que siento por ti es falso.
Así de simple: falso.
