Por siempre: La Turista

Sé que quizá nunca leas esto, porque me odias y odias las palabras que alguna vez pronuncié y usé para retratarte en una hoja en blanco. Pero sé que también existe una posibilidad de que llegues a esto; tal vez el destino, o un desatinado recuerdo que asalta al pasar ése tema por la radio o al leer cierta frase en cierto libro. Qué se yo, de todas maneras estamos separados por sentimientos y más de no sé cuántos kilómetros de distancia. La bendita tecnología juega su doble papel en estas relaciones humanas: ayudando e impidiendo que podamos vivir tranquilos como deseamos.
Nunca vas a saber lo mal que me siento por todo lo que hice, aún cuando pudo haber sido algo hermoso y genial, terminamos por alejarnos y odiarnos. Terminé asfixiándome en otra persona, en otro corazón, cuando lo único que pensé era que el destino era cruel por ponernos entre la espada y la pared vestido con su traje más elegante, ofreciéndonos el mejor producto de todos para luego quitárnoslo o decir que nunca lo merecimos. He llorado todos estos días, aún con otra persona que me jura amor eterno al lado. El dolor llegó tardío, como si usara un efecto Delay bastante malo o poco productivo. Tal vez me guste sufrir más de la cuenta pensando en todo lo que no se pudo y quiero, o pretendo querer para seguir sufriendo más. Escucho los temas que me recuerdan a ti y veo las fotos de nuestro sueño una y otra vez. Lo más probable es que necesite ver a alguien que me ayude; ya estoy demasiado podrido por dentro.
No quiero nada más que aclarar que las cosas siempre fueron vertiginosas, rápidas, y mi desatino siempre fue una puñalada en tu corazón. Y lo sigue siendo, por desgracia. Te quiero y te extraño. Pero ya no se puede pensar ni sentir más eso. Estamos muertos el uno para el otro. Somos dos fantasmas que se visitan cuando entramos en trances feroces, o nos empezamos a sincerar más de la cuenta. Fuimos pasajeros. Tú una turista. Yo: el mismo conchesumadre de siempre. Espero te quede claro que si de alguna forma estoy cambiado o he cambiado para mejor, fue gracias a ti, y te perdí por miedo a verme solo, alejado de ti como lo estamos ahora.
Cuando dije que te amaba, era verdad. En nuestro sueño, siempre lo supimos.


“De todas maneras me gustó, rondar el cementerio”
(Canción de mierda, me rompe el esquema del día siempre que la escucho).