Libertad

Veía la vida correr frente a mis ojos,
trotando y burlándose de mis incapacidades,
de mis labios cercenados,
de mis manos y pies cortados.

La veía ir y venir con cuerpo de mujer,
con cuerpo de niña, con cuerpo de adulta.
La veía manifestarse como pecados oscuros y perversos,
como ojos pequeños y negros,
como labios rojos ensangrentados,
como templos abierto a la lujuria y a lo profano.

Me mostraba la luz entrecerrada, destruida.
Me mostraba los caminos en donde todo se podría.
Me decía que estaba encadenado,
encadenado en esa caverna de aire viciado.
Me decía que estaba encerrado ahí,
que estaba a oscuras en un cuarto solitario.

Y me dijo que era un condenado,
De que había estado preso y dominado.
Me dijo que había sido un olvidado,
Un cobarde, un traicionero, un ser que no merecía
[ni siquiera ser nombrado.
Me dijo, como secreto, sin embargo,
Que a pesar de todo lo malo,
De una vez por todas había sido de mi prisión liberado,
Que era tiempo de vivir lo que siempre había deseado.

Un día perfecto

Es un día perfecto para vivir la vida,
para dormir tranquilo sobre el tejado,
para disfrutar los rayos de sol sobre el pasto,
un día para arrullarme con suavidad en tu regazo.

Es un día perfecto para maullar canciones,
para vivir nuevas fantasías y sensaciones.
Un día para ronronear contigo,
para sentir la brisa y tus latidos.

Hoy es un día para lamer tus bigotes,
para curar heridas y olvidar errores.
Un día para rasguñar tu espalda
y besar tu hermosa panza.

Hoy es el día perfecto para caminar por la calle,
para juntar nuestras colas y sentirnos importantes.
Es el día perfecto para pensar que todo es perfecto,
y creer que nada de lo que estamos viviendo es un sueño.

Rose

"La gran diferencia entre un gato y un mentiroso es que el gato tiene apenas nueve vidas".
-Mark Twain.-


--¡¿Me estaré volviendo loco?!
--No, Pablo, tranquilo –le dijo la gata siamesa a su dueño, con pereza--: los locos están encerrados en manicomios, y tú estás acá, en tu casa, con las manos ensangrentadas y con la conciencia un poco turbada, eso es todo.
Pablo suspiró aliviado.
--Gracias, Rose: tú siempre con tus sabias palabras que me tranquilizan el alma.
En la cara de la gata siamesa se dibujó una cómica sonrisa, como si de un dibujo animado se tratara.
--De nada: para eso estamos los amigos... Bueno, ahora ve a buscar la pala y sigue con tu trabajo antes de que sea tarde, ¿entendido?
--Entendido.
Pablo salió tan rápido por la puerta que daba al patio de su casa que no alcanzó a escuchar la risa enfermiza y felina de su encantadora gata.