Inconsciencia

Tiene muchas pesadillas con lo mismo. Despierto, dormido, da igual. Siempre es así. Lo ve en todos lados, cuando cierra sus ojos, cuando la mente sale a divagar, cuando no hay discernimiento entre el bien y el mal; ve sus campos oscuros y tortuosos, sus altares corrompidos y destruidos por promesas falsas y actos malditos. Siempre los ve, noche y día, y no importan los rezos ni las oraciones de buena fe por cambiar el asunto. A veces piensa que es muy tarde, que es mejor no haber continuado por aquél camino; pero por otro, quiere saber qué es lo que hay al final de todo, cuál es el secreto, si siempre hubo verdad o sólo absoluta mentira. Por Dios, cuanto odio, cuanto miedo... ¡cuanta mierda! Piensa si es posible echarlo todo afuera algún día, que si le será posible ser feliz algún día... Pero no haya respuesta. No la haya en la realidad, ni mucho menos en los sueños. No las traen los astros ni mucho menos las ciencias lógicas. Se siente perdido en ese mar negro que siempre lo ha tenido a su merced, susurrándole, medio enloquecido, que nunca va a poder ver la luz de nuevo. Jamás.