No creo que sea bueno ponernos cada vez más paranoicos. No es sano. Así no se puede vivir, en serio. Ya no se puede hacer nada sin preguntarle al otro. Basta una mácula para desteñir la poca confianza que nos tenemos. Porque en realidad es poca, y no te miento, pienso en cosas malas cada vez más seguido. Es como una enfermedad, un cáncer que se ramifica hasta lo más profundo de mi mente, en esos rincones donde es preferible no adentrarse. Me estás volviendo loco y lo único que quiero es huir... pero eres como una droga fuerte, y no puedo salir. Estoy “enganchado”, como dirían los drogadictos, y siento que voy a morir con esto. Me dan ganas de vomitar más seguido, el corazón se me desboca como si fuera a darme un ataque y por fin siento que la duda es la peor de todas las mierdas mentales. Espero sea toda tu verdad, porque tienes toda la mía. Espero sea toda tu verdad, espero sea toda tu verdad, espero sea toda tu verdad... o sino, juro por quien sea que esté arriba nuestro que te quemaré hasta no quede nada de ti, sólo fotos y videos y tu linda sonrisita.
Cuánto desearía morir en el sueño que tenga esta noche y no saber nada más de ti. Por Dios, te amo, pero te odio tanto, tanto, tanto...
