Fulgor de luna

No quiero que los dedos malignos del destino te toquen cuando seas mía esta noche, y perderte como el sol perdió su amor entre las estrellas. Quiero tenerte y presenciar tu gracia melancólica que me vuelve loco al rozar mi mirada sobre tu vida entera, sobre tus pechos, y bajar por aquella declinación que cruza tu ombligo para terminar en el templo donde me encanta descansar sin penas, templo enigmático, templo preciado, templo femenino, templo ansiado.
Brilla con tu aroma dulce y cautivante, arrebatándome la cordura con tus movimientos, matándome con la gracia de tus gestos. Sigue brillando con tu resplandor de plata, maravillosa mujer fulgor de luna. Sigue brillando hasta que pierda el control y me bese la locura.