Pasaron las horas de un extraño contacto
en nuestro compromiso por hacer
de todo esto algo posible.
Sentir pasar las millas en un segundo
y los segundos transcurrir en besos y palabras.
Ver lo pensado frente a nuestros propios ojos
y hacer de lo intangible algo verdadero.
Tener el placer de entrar en el hogar de tu amor
y tocar tus labios en pleno despuntar del alba.
Un sueño hecho realidad,
un sueño por cumplir,
un hechizo del cual soy parte,
un sortilegio del cual tú eres la bendita culpable.