Es
el mar el que me lleva en sus olas,
el
aire el que me arrastra con frío soplar,
tu
aroma el que me atormenta con su único y su suave susurrar.
mis
ropas están viejas y no tengo
por
dónde volver a comenzar.
Estoy
hecho un lío y perdí de nuevo mi camino.
Los
focos se hicieron pedazos contra mi cabeza,
y
mi cara ahora sangra.
No
se le puede aullar a la luna
en
un estado como éste,
porque
estás mal,
porque
los animales no deben llorar,
lo
animales no sienten,
tal
y como me dijiste en tus alaridos,
mientras
te estimulaba la idea
de
dejar todo atrás,
ser
libre y capitana de tu propio barco,
de
tu propia y única aventura,
surcando
otros mares, conociendo nuevos mundos.
pero
sigues buscando tu tormenta,
la
de siempre,
la
que te aleja de casa.
Quizá
tu brújula siempre estuvo mal.
Quizá
tu mapa no tiene otro norte que la desdicha.
Quizá
sea así porque los dos no somos más
que
un par de líos en este mundo.
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