Prometer estar siempre firme en tu revolución, en tu propio cambio, sólo para derramar un poco más de sangre de la debida. Terminar peor que antes ante cualquier error de pensamiento o actuación. Y quedar, literalemente, mucho peor. Te odio y te quiero, maldita puta. Creo que el sufrimiento es el único camino para el olvido. Otro paso más hacia el risco.

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