Equivocar

A veces me traiciona el lenguaje
y todos cambiamos,
como el aire su dirección
y el agua su curso.
A veces me abandona el contexto,
y juro que no es mi culpa:
son tus miradas que me hacen equivocar,
confundir tu sonrisa con bombas nucleares
y tus llantos con las hecatombes.
Me desorientan las oraciones
y las frases que prometen vida eterna,
los huesos jamás vetustos
y la piel siempre firme.
Y siempre me confunden las palabras
y las vocales, sus pronunciaciones,
sus aspectos, sus auras,
tal como tu tacto
desorienta mis sentidos
y el largo trayecto
que pienso contigo.

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