Ya no sé ni cómo llenar estas
páginas, tan vacías, tan cutres, tan indiferentes a lo que pase por mi cabeza y
trate de quebrantar mi espíritu. No toman en serio el dolor, ni la tinta que se
derrama sobre ellas, tan cargada de palabras dolidas, mal paridas, siempre
pidiendo cosas imposibles, muriendo para dar a luz otras tantas esperanzas
tontas.
No sé cómo llenar estas
páginas, tan transparentes, con palabras tan indecorosas, tan pesadas, como el
amor americano y sus enlaces angelicales. Nunca supe cómo tener a alguien entre
mis brazos, pero son estos retoques los que te traen hacia mí con un delicado
andar, tiritando en la lejanía, temiendo ser descubierta por siempre.
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